La hora de la verdad ha llegado para los usuarios de Windows 7 y 8.1 en todo el mundo. La actualización gratuita a Windows 10 a través de Windows Update ha pasado de ser «opcional» a «recomendada».

El cambio a esta nueva categoría significa que mucha gente va a iniciar el instalador de Windows 10 al hacer las tareas de mantenimiento y actualización programadas en Windows 7 y 8.1. Para los usuarios con menos experiencia, probablemente significara ir pinchando en «Siguiente» y «OK» hasta encontrarse, sin saber como, con la pantalla de bienvenida de Windows 10.

Obviamente esto es lo que Microsoft espera que suceda, ya que tienen previstas un billón de nuevas instalaciones de Windows 10 en los próximos dos o tres años.

Microsoft confirmó su cambio en la política de Windows 10 con la siguiente declaración:

Como anunciamos a finales de Octubre en el blog de Windows, estamos decididos a hacer lo más fácil posible la actualización a Windows 10 a los usuarios de Windows 7 y 8.1. Acabamos de mejorar el proceso de actualización para que los clientes que hicieron la reserva puedan programarla para cuando deseen.

Aunque Microsoft continúe cosechando los frutos de su descarga «recomendada», los usuarios de Windows 7 y 8.1 todavía tienen unas cuantas formas de bloquear la actualización en Windows Update. Sin embargo, Microsoft se lo ha puesto bastante más difícil a los usuarios de sistemas basados en Skylake que quieran tener las últimas actualizaciones de seguridad pero permanecer con las versiones antiguas de Windows.

Fuente: HotHardware